¿Has pensado alguna vez lo maravilloso que sería que te tocase la lotería? Seguro que sí, pero ¿te has planteado que pasa con Hacienda si ese ansiado momento llegase? Este punto no está tan claro. Solemos pensar en todo lo que haríamos con el dinero si fuésemos los afortunados de un sorteo, pero hay algo que no debemos olvidar, Hacienda (muy a pesar de nosotros, los loteros, que tanto hemos luchado por la abolición de este impuesto) siempre gana y por tanto parte de tu premio, ese que tanto te ha costado conseguir, pasará a formar parte de sus arcas.
Pero, ¿cómo tributan a Hacienda este tipo de premios? A continuación, te explicamos esa letra pequeña que tienen los premios de la lotería para que cuando seas señalado por el dedo de la diosa Fortuna no te lleves una sorpresa.
Un antes y un después
El panorama en cuanto a cómo tributan los premios de la lotería ha cambiado con el paso de los años. Hasta 2012 este tipo de ganancias procedentes de los juegos de azar estaban exentas de tributar. Sí, como lo oyes, cuando ganabas la lotería no tenías que pagar nada a hacienda ese mismo año. El pago se producía al año siguiente cuando se realiza la declaración del Impuesto de Patrimonio e IRPF al contar las ganancias generadas por ese dinero. De ahí que se solía oír eso de que los impuestos de la lotería se pagaban a uno o dos años vista.
Ahora bien, actualmente la cosa no es tan fácil. Hoy día existe un porcentaje fijo que deberás pagar si tu premio supera una determinada cantidad.
Hasta finales de 2012 solamente se debían pagar impuestos por aquellos premios obtenidos en efectivo o en especies como un piso o un coche otorgado por cualquier medio de comunicación o cualquier empresa como es el caso del sueldo Nescafé. Desde 2013 también entraron en el conjunto de los premios que debían pagar impuestos los premios otorgados por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado como el Gordo, el Niño, la Bonoloto, la Quiniela, etc., además de otras loterías como la ONCE, los sorteos organizados por organismos y entidades de comunidades autónomas como la Lotería de Catalunya o los sorteos organizados por entidades sin ánimo de lucro como el Sorteo de Oro de la Cruz Roja. Es decir, hoy día casi cualquier sorteo del que puedas conseguir un premio estará sujeto a alguna tributación.
¿Entonces.. Cuánto me descuentan del premio?
Hasta 2019, el mínimo exento era de 20.000€, pero a partir del 1 de Enero de 2020, se estableció en 40.000€, lo que quiere decir que si tu premio es de esa cuantía o inferior, Hacienda no te quitará nada. El resto de dinero que supere este mínimo exento si que estará sujeto a un pago del 20%.
Por tanto, los primeros 20.000 euros que se ganen en la Lotería están exentos de impuestos, incluso no es necesario declararlos a Hacienda. Como un ejemplo, imagina que fuiste en 2018 afortunado y te tocó en la lotería un premio de 5.000€. Puesto que el mínimo exento es de 40.000€, significa que no tienes que pagar impuestos por tu premio. Ahora bien, si la suerte te ha sonreído más y has ganado 100.000 euros la cosa cambia. De los primeros 40.000€ no tendrás que tributar nada, pero deberás pagar el 20 % de los 60.000€ restantes, por lo que Hacienda se quedará con 12.000 euros de tu preciado premio.
Veámoslo un poco más claro:
Importe total del premio: 100.000€
40.000€ (importe exento) + 60.000 (importe sujeto a tributación al 20%) – 12.000€ (20% de los 60.000 euros) = 88.000€ es el dinero que finalmente obtenemos.
¿Cómo evoluciona el mínimo exento de pagar impuestos?
El mínimo exento de pagar impuesto en los premios obtenidos en la lotería va cambiando de forma progresiva a través de los años. En el año 2018 ese mínimo era de 10 000 euros, en 2019 se fijó en 20 000 euros y en 2020 es de 40 000 euros. En la ley 16/2012 aparece una enmienda que permite elevar dicho mínimo en la lotería y el resto de premios de la ONLAE.
Por tanto, si resultas afortunado en la lotería o en cualquier otro sorteo lo primero que tienes que comprobar es si tu premio excede el mínimo, si no lo hace, tranquilo, no tendrás que pagar impuestos a Hacienda, pero si te ha tocado un pellizco más importante parte de tus ganancias irán a parar a Hacienda, concretamente el 20% de todo lo que exceda el mínimo exento de impuestos.